sábado, 2 de octubre de 2010

Como el cartero de Neruda

Todos los viernes me levanto a las 8am para salir de mi casa a las 9am y llegar a la U alrededor de las 10:30am (tontas obras) porque llevo el Taller de Creatividad a las 11am. Hace algunas semanas nos informaron sobre la presentación de un retablo individual para los viernes 23 y 30 de Octubre; yo lo presenté en la segunda fecha. El retablo me molestó los días! Me parecía estúpido y lo empecé la semana pasada luego de días de contactar a un carpintero o como deba de llamarlo y de ocupar mi cabecita con compras de plastilinas, plumones, témperas y cojudeces que sólo confirmaron una vez más que jamás podría ser yo una arquitecta; mis respetos.
El trabajito este debía graficar algo que nos guste hacer... y después preguntan porqué renegamos! Cómo le explico a la profe que simplemente me encanta tragar la lasagna entera que hace mi mamacita en la fuente grande o andar calata por la casa! Pero bueno, tuve que creer que la tarea era importante para ponerme las pilas. 
Recordé lo lindo que es todo cuando estoy con los chicos y los tomé prestados. Era obligatorio el uso de la metáfora y a mi retablo le correspondía metaforizar los ensayos o tocadas que tenemos, pero me pareció divertido hacerlo también con la gente.

 

Un planeta hace referencia a Miguelito. Miguel siempre está en Miguelandia y nunca sabes lo que está pensando; cambié un reloj por un signo de interrogación que atraviesa la piedra azul y eso dice que nunca sabemos qué es de Miguel! En dónde está! O porqué carajo no me responde la alerta! Miguelín es como nadie y es un buen pata. Ojalá lo vea más seguido por la U.

Luis Eduardo: el chico de gris. Mi torpe manita derecha dibujó una cobija ploma arropadora; Eduardito siempre está ahí y siempre me escucha, siempre tiene una frase amable que decirte. Dibujé también un ojo al revés, no hay día en el que Luis Eduardo no escuche New Perspective - Panic! At the disco. Sé que algún día la cantará y no habrá mejor.

Un cactus y sus respectivas espinas para Rob. Posee una habilidad genial para lanzar neologismos a la vida que me hacen ahogar en risa. Va a parecer un maloso, altanero y bastante espinoso, pero es lo más blando y dulce que hay. Creo que es adorable.
Ah, también está demente.

Luis fue el que más trabajo me costó, por la granflauta!. Un diccionario: nada más conservador y dogmático; lo pinté marroncito y con un apéndice adherido a él, porque Luis es tan jodido como uno; siempre busca enredarse por los lados adversos de las cosas, hasta por los lados que no existen. Ama complicarse y odia que así sea, joder.
Un enfermo de buen corazón es Luisito, lo quiero mucho.





La banda y los chicos en el día pesado, sus colores bonitos y mi retablo insulso, todo una metáfora de todo. Me saqué "19", perdí un punto por no decorarlo con flores como se indicó, pff, como si el Taller de Creatividad no me sacara suficientes ronchas.






















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