Creé mi blog porque me gusta escribir y no sé por qué más.
Con la última que publiqué, ya son dos las entradas mías en donde una blogger llamada Ana Esther se toma el amable tiempo de dejarme algún recadito.
Cuando escribía esas dos entradas me sentía algo sola, en esa soledad positiva, en esa soledad agradable que te hace sentir estar en un gran grupo de uno: estábamos mis Ideas y Yo.
Redactaba sobre mis maneras personales y cómo me acomodo y acomodaría en la vida; en mi vida. Hablaba también de cómo una noche decidí y anhelé sentirme, cambiarme, mutarme, desaparecer.
A la presencia de Ana Esther, me provocó acercármele. Me provocó acordar con ella una hora en la que podamos vernos y divertirnos por ahí en un café como lo hago con mis amigas y amigos. Se me dió por mandarle un mensajito de texto con saludos y cariños como lo hago con las tan bonitas amistades que tengo. Me nació una confianza de tiempo y una familiaridad de siempre.
Creo que vive en España, creo que es española, creo que estudia Periodismo.
Te regalo una copia de esta foto, querida Ana Esther. Una foto que le tomé al cielo de Sacsayhuamán, una fortaleza ubicada al norte de Cuzco - Perú. Lo hice en un viaje muy lindo que tuve, al que siempre recuerdo con ganas de volver. Ahora cada vez que la vuelva a ver te recordaré y también a las nubes que te hacen feliz. Te mando un abrazo fuerte lleno de mucho cariño, mucho cariño al cual le importa un carajo no conocerte.
La hermosa mujer que te dió la vida está muy orgullosa de tí y te ama. Yo sé que llevas sus rasgos en el alma y si piensas que no escuchas su voz, estás equivocada: dentro de tu corazón siempre vas a saber qué es lo que te quiere decir.
Dios mío, Alessandra, no había visto tu comentario hasta hoy y francamente, me he vuelto loca al leerlo. De hecho, no he podido evitar dejar escapar un par de lágrimas... pero lágrimas de felicidad, porque ha sido una sorpresa, el mejor regalo del mundo...
ResponderEliminarQuiero darte las gracias. Por ser como eres, por estar detrás de esa pantalla aunque estemos cada una a un lado del charco y hacerme sonreir con lo que escribes, con esas sensaciones que no entienden de nacionalidades o kilómetros. Por este texto, que más que un texto es poesía que se ha agarrado a mis entrañas y no olvidaré. No me importa no conocerte físicamente, porque con esto me has transmitido muchísimo más de lo que mucha gente que me lleva conociendo años es capaz de transmitir, porque me has hecho reir, sonreir y llorar.
Porque gracias a ti ahora mismo tengo un estado de pacífica felicidad que pocas veces se consigue.
Madre mía, has evocado tantas cosas en tan poco tiempo... Gracias se me queda corto.
Tan solo espero que todas las sensaciones que me ha producido leerte te lleguen, quiero expresar tantas cosas que no soy capaz. Me encantaría no perder el contacto, y francamente, me encanta conocerte.
Un besazo, amiga :)