martes, 31 de enero de 2012

I can see for miles

Rafael es un niño atrapado en un cuerpo hombre de veinticuatro años.
Loco, pero qué sorprendente es. Qué manera de calmar mis demonios y llevarlos literalmente a caminar. A caminar para que respiren y a respirar para tomar aire y seguir charlando, ¿de qué? no sé, ni siquiera importa y qué sorprendente es. Qué saludable es. Pero él no lo sabe y nadie lo sabe y yo tampoco lo sé, si no fuera así ya hubiéramos descubierto el secreto del universo y la novela de la vida tendría el fin y el fin aun no debe llegar porque aun no debe.
Que alguien le de cereal con leche.
Rafael es un niño atrapado en un cuerpo hombre de veinticuatro años. Hasta que cumpla veinticinco.

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