domingo, 21 de abril de 2013

Que viva la decepción

"Debe ser que los seres humanos homo sapiens sapiens somos los únicos animales que, sabiendo que algo nos hará daño, vamos y lo cometemos gozosos... "

Luego de parir esta conclusión con aires de arrogancia en fantástica sabiduría, caigo en desconcierto al recordar mis intenciones desaforadas de doparme y operar mi nariz. ¡Sí!, mutilar y amputar mi perfectamente sano hueso con fines estéticos y cojudos.
La última reflexión es el fin de la filosofía y no tengo excusas que me rescaten de la ridiculez, ¡no las tengo!. Así de tonta es la situación y así de tonta soy yo.

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